Tanto por tan poco

A veces muchas palabras dicen muy poco, y otras, pecamos por defecto.

Hay momentos en los que tememos, decir lo que sentimos o pensamos, por no lastimar a los demas, y son esas palabras las que no squeman por dentro y nos hacen desear haberlas dicho, porque sin decirlas perdemos, o quizas la derrota ya estaba marcanda aunque las hubiesemos dicho, y despues de mucho pensar las palabras que encontraste apropiadas ya no sirven de nada, porque no reflejan la verdad, sino una falsa realidad, como podemos decir tan a la ligera te quiero, sabiendo que es lo que queremos oir, porque ellas nos haran feliz.

Pero es el acto de escuchar, o el acto de sentir lo que nos demuestra la futil realidad.

Siempre dire lo mismo:
Adelante, tu puedes lograrlo.

Y es extraño, que luego soy el primero que teme ser rechazado, quizas por todos lo s palos, o quizas porque temo que las esperanzas depositadas, en la nada, se esfumen dejandome otra vez solo.